Corriere della Sera
D de RepĆŗblica
Erasmo de Rotterdam acercó la moria, la locura a su amigo TomĆ”s Moro escritor a su vez, precisamente a ese Moro le debemos la creación de un libro como UtopĆa.
TomĆ”s Moro, Moria, inventa y describe su isla que no existe y el bautismo de la UtopĆa;
No hay lugar.
Para Comunity One partimos del estilóbato tratando de crear un lugar que, como tal, fuera el artĆfice del sueƱo utópico de la convivencia entre bĆpedos.
TenĆamos a nuestra disposición un espacio industrial de mil metros cuadrados, ubicado en un suburbio de MilĆ”n con una alta caracterización industrial pero en rĆ”pida transformación, adyacente a los nuevos distritos universitarios de bicocca y bien comunicado por transporte pĆŗblico, el MM 1 Precotto parada se encuentra a unos cientos de metros.
Imaginamos casitas invisibles construidas con cuartos voladores, casitas para vivir en compartir;
Comunidad dentro de la comunidad.
Apostamos por la vital importancia de la belleza y hemos ahorrado lo salvable porque el tiempo es valor;
Inestimable.
La verdad ha sido compaƱera de viaje, la humilde elegancia de los materiales austeros;
Verdadero.
Hierro, chapa, madera, cemento, elementos naturales a la vista, ecologĆa dentro de lo esencial que se convierte en lujo.
El plan de negocios requerĆa la creación de doce departamentos, parte para el mercado de venta y parte para el mercado de alquiler.
Gracias a la locura, el trabajo preliminar en las plantas ha generado amplias habitaciones que pueden ser utilizadas como pequeƱos estudios con entrepisos privados, sala de estar/estudio en la planta baja y Ɣrea de dormir en el cielo.
Los departamentos en venta, mÔs pequeños, con acabados iguales a los del mercado de alquiler, han sido diseñados con gran atención a la circulación obteniendo una excelente habitabilidad en relación a los pequeños espacios disponibles.
Ļ, Socrate, Maya, Phidias, Geppetto, Sophia, Ananke, Moria, The doctor, 11, Undermies, Ortigia, Cane.
Doce lofts, doce vuelcos teatrales para la vida de los huƩspedes de la comunidad, doce palabras que se convierten en relato.
El Perro es un intruso;
Caniche filósofo, el espacio comercial de Comunityone, serÔ invitado atento de eventos, luces, colores y sonidos;
puerta a la ciudad, un espacio abierto a las ideas de sus huƩspedes.
Para la comunidad querĆamos espacios comunes que combinaran una funcionalidad necesaria con una oportunidad de agregación; asĆ nació la idea del centro de vida comunitaria 'lavanderĆa', enfrentado e inmerso en el JardĆn.
AquĆ los invitados de la comunidad pueden jugar en las lavanderĆas con increĆbles mĆ”quinas y mientras las perfectas lavadoras proveerĆ”n para el lavado y secado de mil y mil prendas, perfecto, nuestros muchachos pueden entrenar seriamente con las herramientas del gimnasio contiguo.
La presencia de una lavanderĆa en condominio tambiĆ©n permite ganar espacio dentro de los departamentos, para reducir costos y consumos, liberando las mentes para vuelos de fantasĆa que ya no estĆ”n aplastados por el peso del mantenimiento periódico.
Platón hablaba de filosofĆa en el jardĆn de la Akademia, nosotros, que tenemos mĆ”s modestamente a nuestra disposición este huerto baldĆo, nos contentamos con hablar de la arquitectura, by _cc781905-5cde-3194-bb3b- 136bad5cf58d_building venta y alquiler de casas que han trastornado el rumbo de nuestras vidas y que, por supuesto, tienen la tarea de entretener un poco la tuya.
Ćrboles frutales, Ć”rboles en flor, Ć”rboles que marcan el paso de las estaciones, el jardĆn de la comunidad
serĆ” el hogar de mil y un molestos insectos.
Los frutos caĆdos ensuciarĆ”n las avenidas.
HabrĆ” que recoger innumerables hojas.
Los pƔjaros infestarƔn y ensuciarƔn las ventanas.
Y un terrible, muy molesto ruido de agua no deja dormir.
La huerta proporcionarÔ la mÔxima sombra durante la estación cÔlida, mientras que el otoño y el invierno traerÔn el sol a las casas;
CalentarĆ”, en todos los casos, los corazones.
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